Tras leer parte del libro álbum "Mis pequeños placeres", les presentamos el que Lola González Illagueri ha compartido con nosotros y nosotras para que su pequeño placer se convierta en uno nuevo, esta vez, lector.
¡Enhorabuena por su trabajo y a seguir disfrutando de los pequeños grandes deleites!
Mirar
fotos viejas
Hoy,
el día te ha dejado un mal sabor de boca y nada te apetece más que
recobrar aquellos momentos del pasado. Así que te acercas a tu caja,
a la que llamas “La caja de los recuerdos” y te dispones a
abrirla cuidadosamente, observas muchas figuras cuadradas con
inolvidables momentos tallados en ellas, sí, fotos. Y, aunque dentro
de ti comienza a crecer una sensación de nostalgia, se empieza formar una hermosa sonrisa en tu rostro, puesto que no
puedes aguantarte las ganas de volver a visualizar tu pasado.
En
este pequeño mundo de recuerdos, consigues ver las fotos de aquella
primera vez que aprendiste a nadar, por ello, tu mente empieza a
viajar a otro mundo, como si ya no formase parte de tu cuerpo, sino
de esas sensaciones que sentían tus brazos y piernas al moverse por
el cálido mar, las ondas que formaba este hacen que no quieras
volver a la realidad.
¡Qué
bien se siente! Volver al pasado es una de las cosas más apacibles
que hay. Ni el mejor chocolate caliente puede hacerte sentir lo
cálido que es que unos viejos momentos te abracen y te lleven a otro
mundo.
Comienzas a reaccionar e
intentas mover tus pequeñas manos mezclando fotos entre el polvo, sacándote algún que otro estornudo.
Le empiezas a coger
cada vez más gusto a esto y con entusiasmo descubres aquella
instantánea que sacaste hace años donde salían tus amigos contigo,
así pues, el calor que te proporcionaba cada uno brota en tu
interior. Ellos sí que sabían cómo hacerte sonreír y apreciar
cada segundo del cual formaba parte tu vida.
No
obstante, tu cerebro comienza a llamarte para que vuelvas a la
realidad, la cual, a pesar de todo, no es tan mala; donde, aunque
jamás puedas revivir todas esas pasadas situaciones, siempre podrás
disfrutarlas en tu mente, únicamente allí.
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