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miércoles, 8 de noviembre de 2017

Nuestras creaciones...

   Como ya sabes, con este blog también pretendemos dar a conocer los trabajos de creación que realizamos en las clases de Lengua castellana y literatura. Lamentablemente, no podemos leerlos todos en el aula, así que aprovecharemos este espacio para irlos compartiendo a lo largo del curso.
   Aquí tienes la propuesta de escritura que Daniel ha realizado como respuesta a su reclamación de las escritoras a la humanidad. 
      Disfruten de este excelente trabajo  que nos ha ofrecido el compañero...

 RECLAMACIÓN A LA HUMANIDAD

Dña. Gloria Fuertes y Mrs. Agatha Christie, nacidas en el siglo XX, ambas escritoras, como representantes de todas aquellas autoras olvidadas a lo largo de la historia.

EXPONEN:
Que durante siglos las escritoras han sido olvidadas y silenciadas.
Que no han tenido voz propia para expresar sus ideas y siempre han estado a la sombra de sus compañeros, usando incluso pseudónimos masculinos para que se publicasen sus escritos.
Que la Historia no les ha dado la misma importancia que a sus colegas.

SOLICITAN:
Respeto hacia la mujer, porque el sexo de una persona no está relacionado ni con su inteligencia ni con su capacidad.
Ser reconocidas y estudiadas en los libros de texto, colegios, institutos y universidades, para que la mujer en la literatura no quede en el olvido.
Y que se celebren proyectos en aquellos lugares donde la igualdad no está presente, para que todas las niñas del mundo tengan derecho a una Educación.

ADJUNTAN:
Una pequeña autobiografía de las reclamantes, frases o poemas de las mismas.


                                                                  En el cielo de la literatura, a 23 de abril 2017



AGATHA CHRISTIE

Nací en Inglaterra un 15 de septiembre de 1890, en plena época victoriana. Tuve una infancia feliz hasta que mi padre murió teniendo yo once años. Me gustaba jugar con mis amigos imaginarios, lo que me sirvió más adelante para escribir mis libros.
Trabajé como enfermera durante la I Guerra Mundial, donde conocí a mi primer marido y aprendí sobre envenenamientos, lo que me ayudó en mi primer libro, que tardó bastante en publicarse. Al principio escribí porque necesitaba dinero, pero luego supe que no dejaría de hacerlo nunca.
Tuve un periodo muy oscuro de mi vida, el cual no recuerdo, después de que mi marido me abandonase para irse con mi secretaria. Me encontraron once días más tarde en un hotel y estuve en un hospital hasta mi recuperación.
Aunque como mujer, mi época me exigía comportarme de una manera, yo decidí rebelarme y, por ejemplo, viajé en el Orient Express por todo Oriente y allí conocí a mi segundo marido Max Mallowan.
A partir de ahí, mi vida estuvo entre Oriente Medio e Inglaterra, lo que me ayudó a escribir mis libros y por ello obtuve reconocimiento mundial en un tipo de literatura, que, según la época, no era propia de mi sexo. Mi personaje más famoso fue un detective belga, Hércules Poirot.
He hecho todo lo que quise hacer en mi vida lo cual se resume en esta frase:
“Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. En realidad, la vida es una calle de sentido único”.

GLORIA FUERTES

Nací en Madrid en julio en 1917. Fui la menor de nueve hermanos. Vivía en Lavapiés, un barrio humilde y solía jugar en la plaza del Progreso lo que hoy se llama Tirso de Molina. Tuve una máquina de escribir como juguete, con la cual empecé a escribir. También me llamaban triste porque no me gustaban las muñecas.
Después de muchos años me inscribieron en el Instituto Profesional de la Mujer, donde solo enseñaban cosas que yo llamaba ñoñerías, por lo que me matriculé en Gramática y Literatura.
Con catorce años empecé a escribir poesía. Se murió mi madre y viví la Guerra Civil Española. Me refugié en la poesía para amortiguar estos tristes sucesos.
A los diecisiete años publiqué mi primer poemario, llamado ISLA IGNORADA. En los siguientes años trabajé como contable y como redactora en diferentes revistas. En una de ellas conocí a Carlos Edmundo de Ory y formamos parte del movimiento literario llamado Postismo.
Desde finales de los 40 hasta principio de los 70 obtuve varios premios y una beca para trabajar en una Universidad en Estados Unidos.
Al volver, en las décadas de los ochenta y noventa, empecé a trabajar en la TVE, en programas para niños y jóvenes. Me concedieron diferentes premios por mi labor. Estuve en la tele, radio, colegios y publicando poemas para niños y adultos.
Como pueden ver, desde el principio hasta el final de mi vida, todo lo que he hecho ha estado relacionado con la literatura.
Sinceramente, pienso que para un niño o una niña de esta época no hay nada imposible si cree en sí mismo.

Nací para poeta o para muerto,
escogí lo difícil
— supervivo de todos los naufragios —,
y sigo con mis versos,
vivita y coleando.


Daniel Lorca de León

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